sábado, 14 de julio de 2012

.Combichrist. (y2)

Sobre la bajada a los infiernos para ver a Combichrist.

Y allí nos encontramos. Tres metalheads y un Gótico. En la Sala Caracol. Ese pequeño paraiso en medio de Embajadores. Zona cero de los yonkies madrileños más cunderos. Sorteamos el calor a base de cerveza antes de entrar. Comiendo albóndigas en un bar y viendo "Curro Jiménez" en la tele. ¿En que año estamos? Unos litritos y un poco de filosofía aqui y allá, intentando conquistar el mundo para arreglarlo y entonándonos para lo que se avecinaba.

Sobre las nueve, media hora después del comienzo de los teloneros, entramos en la sala. Estaban en ese momento Guest dándolo todo. Rollo electro metalero idéntico a los cabezas de la noche. Estuvieron correctos. Creo que puntuales salieron a escena los "hacedores de monstruos". Es la segunda vez que veo a Combichrist y tengo que decir que me están molando cada vez más. La primera vez, no los conocía y me llevo mi colega (el Gótico) y anoche ya eramos cuatro. Y empiezan, esta noche, aqui "we are all Electro heads". Electrónica y Metal unidos a las mil maravillas. Hay poca gente en la sala, y salvo algún gótico de postal y pose que parece una estatua, el público responde muy bien. Yo me disloco el cuello y bailo como un loco. Hacía mucho que no me lo pasaba tan bien en un conci. Blut Royale, They, Follow the trail of blood, van sonando sin descanso. Andy LaPlegua lleva el peso principal. Se mueve y no para de gesticular. Brutal y Drogado. Mientras que le siguen, como no, Joe Letz (y su increiblemente rítmica forma de tocar) a la batería y Z-Marr dando caña a las programaciones. Sin olvidar a Abbey Nex a la guitarra (que tio más flaco) y Shaun Frandsen (espero que no te equivoques facebook) con más programación y más percusión. A tope, en fin.

Me siento feliz y salto como un loco. En la cabeza, aquellas interminables noches de fiesta en las que acabábamos en el Dark Hole. Pero el bueno, el de Gran Vía. No la mierda de imitación que han vuelto a abrir ahora. Noches en las que sorteábamos al personal más oscuro de esta ciudad. Que ayer, se daba más o menos cita en la Caracol. El infierno tiene banda sonora, y es la que pone Combichrist. Y en contra de lo que se pueda pensar, no hay fuego. Hay oscuridad, flashes que te ciegan, un suelo pegajoso por los restos de la cerveza y está lleno de gente con el alma negra y mucho rimmel.

Que bien se está en el infierno, me cago en la puta....

No hay comentarios:

Publicar un comentario